Creando un plan de MEJORAMIENTO

Cuando cerramos un ciclo, damos por terminado una actividad o proceso, dejamos de lado una actividad que veníamos realizando y comenzamos a notar que tenemos una energía disponible para algo más; tenemos un espacio, un lugar que ocupar, tanto en nuestro proyecto como en nuestra vida como emprendedores, porque cerrar un ciclo necesariamente viene de la mano con soltar.

Cerrar un ciclo nos permite ver la importancia de soltar, soltar para recibir, para abrir una nueva oportunidad y tener el espacio disponible para lo nuevo que está por venir.

Iniciar un nuevo proyecto o proceso, en ocasiones resulta de inmediato, es casi una necesidad, no nos damos cuenta y ya estamos inmersos en ello, sin embargo, y como siempre les he comentado en los artículos, es necesario y hasta vital tomar una pausa ver todo en perspectiva, evaluar los resultados para así volver a empezar, desde otro lugar, desde un mayor aprendizaje y con un montón de nuevas herramientas y habilidades que la experiencia nos ha dejado con las cuales tendremos la posibilidad de crear un claro y eficaz plan de mejoramiento para nuestros proyectos y en si nuestra vida como emprendedores.

Entonces, crear un plan de mejoramiento, necesariamente debe ser consecuencia de un proceso juicioso de autoevaluación, desde donde surge un diagnóstico de la realidad de nuestro emprendimiento, de nuestras relaciones y con ello de las lecciones aprendidas y las buenas prácticas.  La evaluación se constituye en si misma como un punto de partida para comenzar a implementar nuevas estrategias que permitan alcanzar las metas propuestas, de manera eficiente, en ocasiones de desaprender para aprender algo nuevo, en suntésis es nuestro momento para entrar a la acción.

¿Pero cuáles son las oportunidades que tenemos cuando cerramos un ciclo; realizamos la autoevaluación y decidimos “mejorar”?

Algo que he aprendido con el tiempo, es que estamos en continuo aprendizaje, como emprendedores y aún más como personas, y éstos ejercicios o invitaciones a la auto observación que a lo largo de éste tiempo les he compartido nos permiten implementar cada uno de esos nuevos conocimientos y habilidades que vamos desarrollando en nuestra emprendedora.  Esta sensación de no saberlo todo, nos permite siempre tener espacio, disponibilidad y agilidad mental, emocional y física para encontrar la manera de estar mejor, de activar nuestra creatividad y lograr con ello construir nuevas estrategias que permitan fortalecer nuestro emprendimiento, abriendo espacio para:

• Encontrar nuevas formas de innovar
• Se consolidar nuestros proyectos y posicionarlos de manera contundente
• Logar la flexibilidad necesaria para que nuestro emprendimiento pueda adaptarse a los cambios (haciéndose cargo del éxito)
• Escuchar nuevas propuestas y tener la certeza de elegir la más oportuna a nuestro proyecto.
• Fortalecer la cultura de la calidad y la autorregulación dentro del emprendimiento.
• Conectar con más y nuevos clientes o públicos.

¿Cómo construyo un plan de mejoramiento?

Éste proceso lo podemos definir en tres fases:

Primera Fase: Evaluación, donde a partir de nuestra mirada crítica y constructiva identificamos aspectos relevantes desde donde podríamos mejorar. Ej: La comunicación interna; la relación con nuestros clientes; la forma de ofertar nuestros bienes y servicios; los equipos o la tecnología que usamos en el desarrollo de nuestros procesos; etc.  Es decir definimos las necesidades de mejoramiento.

Segunda Fase: Con los anteriores insumos, es decir una vez definidas las necesidades de mejoramiento, definimos prioridades y con ellas comenzamos a trabajar en el diseño del plan de mejoramiento. Dentro de él retomamos los objetivos, las metas para crear acciones concretas que nos permitan alcanzar lo que nos proponemos como emprendedores de manera mucho más eficaz y haciendo uso de todas nuestras habilidades y las de nuestro equipo de trabajo.

Tercera Fase: Seguimiento del Plan de Mejoramiento, éste en realidad es un instrumento que nos permite articular las oportunidades con las acciones prioritarias antes definidas para mejorar nuestra forma de trabajar y generar mayor impacto en los resultados y logros de nuestros objetivos.  Éstas acciones específicas establecidas en un tiempo, deben contar con: un objetivo claro, metas bien definidas y medibles, un responsable que lidere el ejercicio y su implementación, indicadores, recursos y medios de verificación. No es posible identificar si realmente hemos mejorado nuestras prácticas si ni hacemos un seguimiento, sino tenemos un sistema de monitoreo y control que nos garantice el avance que vamos teniendo en la implementación de cada una de las acciones que definimos como “de mejorar” en nuestros emprendimientos.

“Las acciones estratégicas que se construyen a la luz de los resultados del proceso de Autoevaluación”

De ésta manera, hacemos uso de la energía disponible que nos da el cerrar un ciclo y además la potenciamos en las acciones y proyectos venideros, porque sabemos el espíritu emprendedor que tenemos y esas pausas o vacíos son temporales y sin darnos cuenta estamos inmersos en un nuevo proyecto, es por eso que darnos el tiempo para evaluar, nos llevará a la construcción de planes de mejoramiento, los cuales van a aportar a nuestro crecimiento como emprendedores y aún más como lideres en nuestros equipos de trabajo.

Que debemos tener siempre presente:

• Los resultados de la evaluación de las actividades anteriores
• Definir prioridades de mejora
• Aprovechar las habilidades encontradas en el equipo de trabajo y hacer uso de ellas.
• Definir un plan de acción (objetivos – metas)
• Estimar un tiempo suficiente para conocer los logros y resultados esperados en mejoras priorizadas.
• Establecer y trabajar a partir de los indicadores.
• Realizar el seguimiento y monitoreo de las acciones implementadas.

Entonces,  no te olvides que como emprendedores nos encontramos en una espiral creativa, en la cual cerramos y abrimos ciclos de manera constante, mi invitación es que lo hagamos de manera consciente, que logremos disfrutar cada una de estas fases en las que vivimos con nuestros proyectos, que podamos aprovechar de la pausa, del vacío, del silencio, incluso del no hacer, cada uno de esos elementos nos invita a un maravilloso aprendizaje que va más allá de una herramienta empresarial, se convierte en un proceso personal de alcanzar cada día más momentos de presencia de observación y posteriormente de ACCIÓN.

Así que te pregunto: ¿Qué tanto tienes por mejorar en tu vida como emprendedor? Comparte con todos tus reflexiones, recuerda que estamos en constante aprendizaje y tu experiencia es muy valiosa para mi y toda la comunidad.

Un abrazo grande y nos leemos la otra semana!!

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